Partes de baja falsos, depresiones o lumbalgias inventadas son algunas de las excusas que utilizan algunos trabajadores para ausentarse de sus puestos de trabajo. El fraude laboral es un tema que preocupa tanto a grandes como a pequeñas empresas.
Por todos es sabido que muchas de las bajas laborales que se efectúan al año son fraudulentas pero apenas conocemos las cifras de las pérdidas que suponen esas bajas para las empresas. El absentismo fraudulento tiene un coste para las empresas de cerca de 2.000 millones de euros al año.
Un estudio revela que 4 de cada 10 bajas laborales son fraudulentas, bien fingidas o exageradas. Muchos datos revelan que desde que comenzó la crisis, estas bajas han aumentado notablemente, además se ha detectado un incremento del 6% el pasado año 2016 respecto al ejercicio anterior.
Las bajas fraudulentas aumentan a medida que pasan los años, pero ¿qué deben hacer las empresas para prevenir o solucionar estos casos? Las empresas deben plantearse la mejor manera para evitar que las bajas de carácter fraudulento les supongan unos gastos innecesarios.
Estos son los tres pasos fundamentales que deben seguir para conseguirlo:
- Evitar que se produzcan ausencias injustificadas. Exigir en la medida de lo posible que todas las ausencias laborales estén correctamente justificadas.
- Examinar la situación de manera exhaustiva. Si en una misma empresa se producen bajas sospechosas en repetidas ocasiones, los responsables deberán examinar la situación de la compañía y de los diferentes puestos de trabajo para averiguar las causas que las producen.
- Si lo anterior no funciona y se producen bajas injustificadas o un trabajador falta a su puesto repetidamente y por motivos complicados de probar, lo habitual es contar con alguna empresa de detectives privados para intentar recopilar las pruebas que demuestren si ese empleado está mintiendo.
Detectives privados para detectar bajas fraudulentas
Cada vez son más las grandes, medianas y pequeñas empresas que contratan los servicios de detectives privados para luchar contra este tipo de estafas, las cuales perjudican de forma grave a la empresa.
Una vez la empresa decida contratar a un detective privado, éste juega un papel fundamental a la hora de destapar este tipo de fraudes.
La misión del detective privado, en casos de investigación por baja fraudulenta, consiste en la confirmación de la veracidad y legalidad de los documentos presentados para respaldar la baja, como el documento médico. El detective comprobará si hay alguna relación familiar o amistosa entre el medico que respalda la baja y el trabajador.
Una vez comprobados los documentos médicos, el detective procederá al seguimiento de la persona que se encuentra de baja, tomará fotografías y grabará vídeos que demuestren si está mintiendo o no.
Sin embargo, muchas veces estas pruebas, aunque válidas, no son suficientes para que un tribunal declare fraude. Sobre todo cuando se trata de bajas por depresión, ya que éstas son muy difíciles de demostrar.
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