Qué puede investigar un detective privado y qué no en España

Los detectives privados en España están regulados por la Ley de Seguridad Privada, y su labor es tan útil como regularizada. Son profesionales autorizados para realizar investigaciones por cuenta de terceros con el objetivo de obtener pruebas o información. Pero, ¿Qué pueden y no pueden investigar realmente? Además, ¿Cuándo es legítimo contratarlos y en qué casos su intervención no está permitida? Este artículo aclara estas cuestiones con profundidad y con base legal actualizada.

¿Cuándo es legítimo contratar a un detective privado?

Para contestar a esta pregunta tenemos que ahondar en La Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada, esta exige que exista un interés legítimo para solicitar los servicios de un detective privado, lo que implica que solo puedes encargar una investigación si tienes una implicación directa y legalmente reconocida en el asunto que deseas investigar. Ejemplos típicos de interés legítimo son:

• Un empresario que sospecha de una baja laboral fraudulenta.
• Un padre/madre que quiere modificar la custodia de sus hijos y que necesita pruebas de comportamiento perjudicial por parte del otro padre/madre.
• Un arrendador que sospecha del subarriendo ilegal de su propiedad.

El detective debe valorar esta legitimidad antes de aceptar el caso, y es responsable legalmente si acepta un encargo sin interés legítimo. Además, debe comprobar que el contratante de estos servicios no tiene ninguna medida judicial que busca proteger a la persona que se desea investigar, tales como órdenes de alejamiento.

Una vez, el detective privado ha comprobado que el cliente está legitimado para contratar dichos servicios y que no hay ningún antecedente o problema subyacente, procede a formalizar con un contrato el servicio de investigación, puesto que, el trabajo de detective privado en España es legal y solo lo pueden hacer aquellos que estén debidamente habilitados.

¿Qué puede investigar un detective privado en España?

1. Investigaciones familiares, conyugales, de particulares:
   • Infidelidades.
   • Seguimiento de menores (por ejemplo, para verificar si su entorno es adecuado en casos de custodia compartida).
   • Comprobación de consumo de estupefacientes y alcohol, comprobando si los progenitores consumen para una modificación de medidas o si son los menores quienes consumen este tipo de sustancias.
   • Violaciones del régimen de visitas y otras medidas.
2. Investigaciones laborales y empresariales:
   • Bajas fingidas o fraudes médicos.
   • Incumplimientos del contrato de trabajo.
   • Actividades de competencia desleal o espionaje industrial.
   • Verificación de currículos o antecedentes laborales.
   • Controles de rendimiento o fugas de información.
3. Localización de personas:
   • Localización de morosos o deudores.
   • Personas desaparecidas (solo en ámbito civil o mercantil; no sustituye a la Policía en casos de desaparición forzosa).
4. Obtención de pruebas para procesos judiciales
   • Los informes de detectives pueden ser presentados ante tribunales como prueba, siempre que hayan sido obtenidos respetando la legalidad.

¿Qué no puede investigar un detective privado?

• No puede intervenir comunicaciones: Está prohibido grabar llamadas telefónicas sin autorización judicial, y sobre todo sin ser parte de la conversación, en caso de ser parte de la conversación sí se puede, con el pretexto de obtener información que de otra forma sería imposible de obtener. Tampoco se puede acceder a correos electrónicos sin consentimiento, o pinchar teléfonos.
• No puede invadir la intimidad: El detective no puede grabar en espacios privados (como viviendas, baños…).
• No puede hacerse pasar por autoridad: Está prohibido simular ser policía o funcionario público para obtener información.
• No puede actuar sin interés legítimo: Un vecino no puede contratar un detective para espiar a otro sin una razón legal. Seguir a alguien solo por celos, venganza o por «curiosidad» está fuera de la ley.
• No puede acceder a bases de datos protegidas: Solo pueden usar fuentes abiertas u obtenidas legalmente.
• Espionaje empresarial entre competidores sin prueba de daño: No se puede contratar a un detective para investigar a una empresa rival sin que haya un perjuicio claro y demostrable.

Consecuencias de contratar un detective fuera de la legalidad

Si contratas un detective para una investigación ilegal o a alguien que simula ser un detective, te expones a:

• Que el informe sea inadmitido en juicio.
• Ser demandado por vulneración de derechos fundamentales.
• Posibles sanciones administrativas tanto a ti como a la persona que simuló ser detective o al detective que no comprobó que estaba legitimado.

Los detectives privados son una herramienta legal poderosa siempre que se utilicen dentro del marco jurídico. Aportan pruebas válidas, discreción y experiencia. Pero también existen líneas rojas que no pueden cruzar. Antes de contratar uno, asegúrate de contar con un interés legítimo y de que el profesional esté debidamente habilitado. Un uso responsable y legal de sus servicios puede marcar una gran diferencia en la resolución de conflictos personales, laborales o judiciales, por eso, te recomendamos que en caso de duda contactes con nosotros, te daremos un presupuesto sin compromiso alguno y te orientaremos.

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